¿Por qué las carpas se refugian en las algas en verano? El secreto está en el oxígeno (y en la comida)
Si alguna vez has pescado en el pantano de Orellana u otros embalses con abundante vegetación, seguramente te habrás encontrado con esta escena: carpas refugiadas entre los algueros, quietas, difíciles de tentar y, muchas veces, completamente ajenas al cebadero.
Pero ¿por qué lo hacen? ¿Y qué están haciendo ahí dentro? La respuesta va mucho más allá del simple refugio: están oxigenándose, alimentándose e incluso favoreciendo su digestión.
Las algas: un oasis de oxígeno en pleno verano
Durante los meses más calurosos, el agua de superficie puede superar los 28 °C. A esas temperaturas, la capacidad del agua para disolver oxígeno disminuye drásticamente. El fondo se vuelve pobre en oxígeno y muchas carpas entran en estrés térmico y respiratorio.
Es entonces cuando las algas se convierten en un refugio vital. Gracias a la fotosíntesis, las algas:
- Capturan CO₂ y expulsan oxígeno libre al agua.
Crean zonas microoxigenadas que las carpas detectan fácilmente con sus branquias.
- Ofrecen sombra, protección térmica y seguridad.
Este entorno les permite mantenerse activas, cómodas y —como veremos ahora— incluso alimentarse sin salir de allí.
¿Se alimentan las carpas dentro de los algueros?
Sí. Y aunque el patrón de alimentación no es tan agresivo como en un cebadero clásico, las carpas se alimentan de forma selectiva y constante dentro de las algas. Allí encuentran:
- Larvas de insectos acuáticos (quironómidos, efímeras…)
- Zooplancton (rotíferos, daphnias)
- Huevas de otros peces (si están en temporada)
- Materia orgánica en fermentación leve
- Algas verdes filamentosas como fuente de fibra
Este tipo de alimentación es natural, constante y perfectamente digerible, por eso muchas veces no sienten la necesidad de abandonar el alguero, salvo que el exterior ofrezca algo realmente mejor.
¿Comen algas? Sí, y lo hacen por digestión
Las carpas no comen algas por energía, sino por función digestiva. Al ingerir pequeñas cantidades de algas:
- Incorporan fibras naturales que mejoran el tránsito intestinal.
- Estimulan su microbiota digestiva.
- Obtienen vitaminas y minerales esenciales (B1, C, E, hierro, potasio…)
- Absorben compuestos bioactivos como aminoácidos libres y betaína natural.
Esto les permite digerir mejor otros alimentos, y mantener su metabolismo en equilibrio incluso en condiciones duras de calor y estrés ambiental.
¿Salen a comer fuera o se quedan dentro?
En la mayoría de los casos, se quedan dentro. Solo saldrán si detectan un punto con:
- Más oxígeno (poco habitual fuera del algar)
- Un estímulo químico muy potente (cebos solubles, aminoácidos…)
- Cambios ambientales bruscos (viento, lluvia, entrada de agua)
Si el entorno externo no mejora lo que ya tienen en el algar —oxígeno, comida, seguridad—, no se moverán.
¿Cómo pescar eficazmente en estas condiciones?
- Lanza justo en los claros entre algas, donde patrullan y tienen visibilidad.
- Usa pop-ups, wafters o cebos con equilibrio neutro que no se entierren.
- Evita el cebado masivo. Prefiere cebos solubles, ligeros y muy atractivos químicamente.
- Combina montajes antialga con líneas flotantes o recubiertas.
Recuerda: las carpas en algueros no buscan atracones, sino estímulos naturales. El secreto está en imitar eso.
Conclusión: si entiendes el entorno, entiendes a la carpa
Cuando veas a las carpas entre las algas en pleno verano, no pienses que están escondidas sin hacer nada. Están respirando mejor, alimentándose de forma natural y cuidando su digestión. Si logras comprender este comportamiento, puedes adaptar tu estrategia y conectar con ellas donde están más cómodas.
En Wild Premium formulamos cada cebo con esta lógica: imitar la naturaleza, estimular el instinto, respetar el cuerpo del pez. Por eso nuestros boilies y wafters están pensados para funcionar incluso en los entornos más complejos.
¿Quieres saber cómo afecta la presión atmosférica o los vientos al comportamiento de las carpas? Te lo contamos en el próximo artículo. Suscríbete al blog o síguenos para no perdértelo.